martes, 31 de enero de 2012

cosas (bonitas) que se leen por ahí

Ella, tenía esa sensación, como cuando crees que las cosas pueden salir bien y en realidad te estás engañando porque sabes que las cosas saldrán mal. Como cuando decides creer en los imposibles y convertirlos en posibilidad que puede suceder pero sabes que no sucederá. O como cuando cometes un error y crees poder arreglarlo pero sabes que no habrá vuelta atrás, que te has equivocado y ya está. Y tienes que dejar que las cosas sigan su curso, que cada cual siga con sus destinos...

sábado, 28 de enero de 2012

Filosoféame

Son las tantas de la madrugada. La filosofía es mi (nuestra) compañera esta noche. Palabras encadenadas en busca de sentido. Unas cuantas teorías del Arte, otras tantas de la idea de Belleza revuelven nuestras memorias buscando las Musas perfectas.

Entre tanto, resuenan los gemidos , resudan las sábanas y se revuelven las caricias caprichosas de un cariño a veces prohibido.


viernes, 20 de enero de 2012

20 de enero 2012 - UN DÍA CUALQUIERA...


A pesar de ser un día amable, gracioso, sonreído por el sol, hay que esforzarse por estudiar. Sé que en un breve periodo de tiempo todo cambiará: viajaré, tomaré el sol, veré series, en fin todas aquellas cosas que me gustaría hacer un viernes como hoy. Pero no todo es negativo, puedo aprovechar de los ratos inservibles para el estudio y hacer cosas afines a mis sentimientos.
Para ello solo hay que tener organización, si un Imperio se pudo organizar tan bien durante tantos siglos, podré hacerlo y disfrutar de lo que me ofrece la vida.

He aprovechado los primeros rayos de sol del anticipo de la primavera y no sol@, es una sensación agradable sentir tu cabeza caliente expuesta a sol durante un breve periodo de tiempo tumbad@ en el césped y sobre mi estómago un peso se hunde levemente, sin ser molesto, es todo lo contrario. Ese peso tiene alma y vida, te hace compañía y produce una sensación quizás ya conocida pero diferente.

Risas se esconden bajo caras serias, gestos florecen en las personas hieráticas, besos secos en cuartos cerrados y oscuros. Son cosas de las que no me sentiría orgullos@ realizar, tengo la suerte de rodearme de personas contrarias a ese ideal nefasto para el alma humana, la empobrece pudriéndose en el fondo del pecho. Esas personas de las que me rodeo hacen florecer una semilla escondida en mi vientre recorriendo todo el cuerpo a través de las venas, a parte todo se multiplica al estar en un entorno tenso y agobiante por la cercanía de las pruebas del edificio de cultura artística.

Por todo quiero agradecer esa actuación de aquellas personas que me hacen sentir tal y como me siento actualmente... Cherry que no churry!



domingo, 15 de enero de 2012

hace no tanto tiempo

Te escribo desde la decepción, la desilusión y la desconfianza. Son sentimientos que odio tener hacia una persona, pero el mérito es todo tuyo…

Desconfianza porque ya no creo en ninguna de tus palabras, ni si quiera en tus posibles mentiras…no me creo nada que venga de ti, ni un perdón ni un gracias, solo creo que eres cuerpo porque alma, dudo ya a estas alturas que tengas. Desilusión porque se desvanecieron las ganas de verte y hablarte como ese amigo cercano que consideraba que eras pero casi ya ni tan solo conocido porque, de verdad, siento que no te conozco que no eres la persona íntegra y legal que se sentó en mi corazón. Decepción, creo que lo peor que puedes sentir hacia alguien, ni el odio puede con la decepción que puede causarte una persona, y más una persona como tú…tan suprema intelectualmente y tan decepcionante emocionalmente.

Tus caprichos son tu tumba, tu labia el enterrador de la grandeza que intentas fortalecer con unas palabras vacías de significado… te vendes al mejor postor y a la parte concupiscible de tu alma…ya ni tu mente te salva, están tan acabado en mi persona como una flor marchita en medio de una carretera secundaria.

La ignorancia que te esfuerzas en manifestarme aniquila cualquier atisbo de piedad que pueda deprenderse de mi…tu desprecio arrogante me hace ver que la persona que intentaba ser por ti y para ti me de asco…asco de sentir la mínima bondad ante un ser como tú… no me atrevo ni a odiarte porque ni mereces tanto sentimiento…

Ansias la diferencia, anhelas que tu rareza sea tu signo de identidad y sin embargo es un signo de vulgaridad permanente, eso de no querer ser como el pueblo. Estar encima de quien te rodea, te regodea en tu falsa modestia, al pensar que cualquiera que te mire es inferior a ti…parece que te debemos algo aquellos que penetramos en tu cementerio de almas despellejadas y destrozadas por tu vanidad. No conozco peor rasgo que un vanidoso que pretende ser modesto.

Ya no tengo lágrimas que lloren por ti, ya no tengo sueños para encontrarme contigo, ya no tengo ganas de levantar la costra de tu herida, ya no tengo ganas de recordar porqué te quise, como te quise…más allá de lo que era bueno para mí. Se me han gastado las esperanzas en una amistad que creía sincera, no tengo más fuerza para tirar de la cuerda que te unía a mí, no tengo armas para luchar contra el muro que levantaste delante de mi casa, impenetrable e imperturbable aún en días de tormenta.

Y ojalá no seas feliz, ojalá y no te vaya bien, ojalá te caigas en tu propio reflejo y te pudras en más rancio narcisismo de los filántropos como tú…ojalá y lo que tengas no sea lo que quieres y quien te quiera que lo haga como tú me quisiste a mí: desde el egoísmo de satisfacer sus necesidades…

Ahora soy yo la que se marcha, la que te deja. Ya no quiero quererte, ni recordarte, ni pensar que eras lo mejor para mí…ya no quiero pensar mi vida contigo y menos aún en mi vida sin ti…

lunes, 9 de enero de 2012

...

Madrid se aleja como siempre, gris, pero envolvente.

Cuanto más me alejo, mas irónica es su burla. La señora del pelo enmarañado me da la espalda, ya ni siquiera se despide…que ingrata es la confianza. Los bloques de pisos se suceden, como se suceden los recuerdos que dejo en Atocha. Permanecen inmóviles, parcos y feos, muy feos, no dicen nada, ni mueven un espacio de muro. Y luego las naves, solitarias en medio de gramíneas y hierbajos, cercados de vallas de soledad, estupidez y aburrimiento.

Tiene cierta gracia que cuando te vas, la ironía del tren te lleva hacia detrás para que visualices bien lo que dejas atrás…y siguen las naves; los obreros como ovejas, van y vienen a sus puestos. Descargan mercancías, las cargan como el que pasa el día leyendo…rutinarios. Aunque presumo, mucho de ellos, tras las pesadas mercancías dejan también pesadumbre de su vida monótona con tal de fingir lo felices que son pudiendo lograr su medio de sustento, aunque este no sea más que tedio y sin sentido, cobrados. El paisaje va tiñéndose de rojo, verde y amarillo y de vez en cuando una nota discordante de morado.

Y de repente autos, miles de autos que nadie compra, solo vislumbra, anhela o espera comprar. ¡Qué curiosa es la vida! Un cansado trabajador con tez oscura y ajada por el maltrato del sol y seguramente de la vida, decide reposar su suculento menú de sardinas en lata y cerveza, apuesto que caliente, bajo la sombre del último modelo de un automóvil, que no piensa en aspirar a él. Quizás esa sea la vez que más cerca este contemplarlo. Tan cerca y tan lejos. Caprichos de destino.

Una vez más sobre mi melancolía al abandonar la ciudad que adoro me siento feliz y afortunada, y sonrío hacia el cielo azul por no ser el obrero que transporta pesadas mercancías ni el trabajador que contempla desde el suelo unos sueños que se escapan.

Colinas de pinos, campos de trigo, andenes solitarios y fantasmas... Vuelvo allá donde pertenezco, a una nube de aceituna y vid. Se suceden los campos con las vías, la tierra y la nada me dan la mano, y yo, le doy la mano al sueño.

Continuo viaje de ida y vuelta. Permanentes encuentros fugaces que desatan la inquietud de un solitario espíritu en busca de caminos.

No sabe un espíritu donde empezar a caminar, que camino llevar hacia ninguna parte, aunque dicen que lo que importa es el camino.

El viaje hacia uno mismo es el más largo, el más caro, el mas difícil para escoger fecha, por que el dueño suele estar ocupado o de vacaciones…Encontrar a la fiera en casa tranquila, es, a medida que creces, casi una misión imposible. Sin embargo, la fiera nos tiene que pillar en el recibidor del autoconocimiento, para cuando se siente en su sofá hogareño, podamos llamar a la puerta y entrar, si prisa hasta el yo, comprar el billete y despegar…

Afortunadamente, un viaje siempre tiene compañeros, buscados o encontrados. En la búsqueda del camino hacia el entendimiento egocéntrico no llevamos un mapa que nos guie donde hallaremos el tesoro, ni debemos preocuparnos de que la ruta varíe y nos desviemos del lugar al que pensábamos llegar. Es la magia del corazón…. Nos sorprende a casa paso en nuestro caminar. Y por ello y con ello, el paseo hacia el “quién soy” iremos acompañados, la mayor parte del camino, de personas que nos darán aliento en las subidas, nos frenaran si corremos demasiado, nos levantaran al caer, nos harán caernos, abrirán y cerraran nuestras heridas, cogerán nuestra mano y sonreirán nuestra tristeza. Aprenderemos con ellos que es la familia, que es el amor, y el desamor; sentiremos la amistad, la compasión, el dolor, la tristeza, la nostalgia, la traición, la decepción, el poder e incluso despertaran en uno mismo emociones y sensaciones que ni imaginábamos sentiríamos.

Al final, para comprender que el camino hacia uno mismo, aparte de ser el viaje de tu vida, es la búsqueda de la ansiada FELICIDAD y que esta no es más que una actitud , una posición frente a la existencia, tu existencia.

viernes, 6 de enero de 2012

vuela esta canción

Y me llamó por otro nombre. Era yo quien estaba junto a él en la cama, pero era otra a quien llamaba. El orgullo se cayó por el suelo y el alma de nuevo hecha pedazos. El corazón estaba intacto pero el dolor volvía a latir. Mi temor se hizo presente, mi sospecha se convirtió en prueba y entonces comprendí que había dejado de ser la única en sus sueños o peor, había dejado de estar en ellos.

...

Llega un momento en la vida en el que te detienes y empiezas a pensar si aquel lugar en el que estar es realmente el sitio que soñaste o es tan solo un pequeño rincón donde estas cómodo…

La playa

Se quedaron dormidos mirándose, uno frente al otro, sin tocarse, como si tuvieran miedo a si lo hacían no despegarse. Les unía la pálida sabana que apenas les cubría unos centímetros de piel

Un débil rayo de sol la despertó casi al amanecer…se quedo mirándole, embobada un instante, contemplando la imperfecta perfección de aquel momento…salió dejándole un nota “estoy en la playa” y acariciando suavemente su pelo negro como el azabache cogió su toalla y cerró la puerta.

Y allí estaba, sentada en la orilla del mar saludando al sol de la mañana, aun perezoso de calor. Era su lugar preferido…el mar, la arena y ella. No deseaba nada mas…había dejado de desear cosas imposibles. En ese momento era todo lo feliz que quería. Sus heridas de los pies se curaban con el salitre y las del corazón al respirar la brisa.

Sintió una suave mano sobre su hombro

- -Has madrugado mucho

- -No quería perderme lo más bonito del día

- -Yo tampoco

- -Ya te lo has perdido

Se sentó junto a ella y esta casi sin mirarle acaricio de nuevo su cara y se guardo la mano bajo la arena. En ese momento perderse cualquier sensación que proviniera del mar era impensable

- - No me lo he perdido – dijo él- estoy contemplándolo ahora mismo

Sin dejar de mirar al horizonte ella sonrió, pero no con una sonrisa de agradecimiento, sino burlona, graciosa

- -No es necesario que seas romántico conmigo, ya lo sabes

- -¿Qué pasa si quiero serlo?

- -No vamos a enamorarnos ahora, todo está siendo perfecto, evitemos que el amor estropee este momento. Tenemos el amanecer más bonito del mundo mojándonos los pies y tú te paras a contemplarme.

- -No creo que el amanecer sea más bonito que tus ojos con el mar reflejándose en ellos

- -¿Te has desayunado a Neruda o qué?

Y le miro entonces. Y vio como ardían sus pupilas. No era mentira lo que decía, pero tampoco era toda la verdad. Aun así, quizás él tenia razón en algo y era en cómo era el mar reflejado en sus ojos nada mas despertar. Aparto la mirada temiendo no poder escapar de aquellos ojos oscuros que la desnudaban por las noches. Se quito el vestido, se puso en pie y se dispuso a violar la quietud del mar recién amanecido. Suspiro de espaldas a él y se giro

- -¡Vamos!-gritó-No querrás perderte esto también ¿no?

De qué manera iba a negarse, como no ir corriendo hacia ella. La abrazo. La besó. Y se sonrieron.

- -No creo nada de lo que dices, me da igual todo lo que digas o todo lo que hagas. No confió en ti ni en nadie

- -Algún día lo harás

- -Demuéstrame como

- -Lo hare

- -Y entonces desearas no haberme conocido nunca

- -Eres un enigma

- -Eso intento

Las vacaciones terminaban y quedaban pocos rayos de sol por discutir y mucho equipaje que guardar en la maleta. María sabía que la mitad de ese equipaje quedaría en esa playa y en ese colchón perdido. No todo podía entrar en casa. Preparo la última paella con los últimos granos de arroz y casi sin sal. Habían hablado de ese momento pero nunca pensaron que llegaría tan pronto. Ninguno de los dos había imaginado lo difícil que resultaría elegir entre un mismo destino con dos vías diferentes o seguir al destino por la misma senda.

- -Quisiera quedarme aquí para siempre

- -Y yo quisiera que te quedaras, así solo tendría que pensar en quedarme contigo o irme

- -No pensé que sería tan difícil

- -No podemos huir de nosotros mismos, no podemos cambiar.

- -Quizás si , juntos lo haríamos

- -¿Juntos? Ese no era el trato. Dijimos que vendríamos aquí, tendríamos nuestra historia y volveríamos a nuestra vida. No me digas que te echas atrás…

- -No. Estoy diciendo que si aquí hay un posible nosotros, allí también podría haberlo

- -¡No! Tengo una vida que no quiero cambiar y menos por ti. Lo siento.

Y se marchó a terminar el equipaje. La maleta siempre pesa más cuando regresas. Quizás por los recuerdos que ocupan un gran espacio. No volvieron a hablar de aquello. El viaje de vuelta fue aparentemente más largo que el de ida y eso que el recorrido era el mismo. Las canciones guardadas en la guantera del todoterreno no sonaban igual, parecían reírse de ellos mismos y de su destino. Destino que ambos habían elegido.

Lo curioso del destino es que, tanto si crees en él como si no, tiene preparadas sorpresas que nadie espera. Es caprichoso y la mayoría de las veces te sorprende en tus elecciones y parece empujarte hacia un lado de la balanza. Casualmente hacia el lado que hubieras preferido evitar. Pero es el destino y puedes esquivarlo de vez en cuando. Pero no puedes escapar de lo que tiene preparado para ti